Chimbarongo... tierra de nieblas

 Chimbarongo es una pequeña comuna de alrededor de 35.000 habitantes, ubicada en un extremo de la VI región de Chile, en la frontera con la VII región. Distante a unos 154 Km al sur de la capital, Santiago. Es la tierra donde me crié y donde actualmente están mis padres. Chimbarongo es conocida por la artesanía en mimbre, que desde tiempos inmemoriales se ha producido en estas tierras. Podemos encontrar un sinnúmero de productos realizados con este noble material. Yo mismo en mi juventud, trabajé realizando distintos cestos o productos con este vegetal. En mi familia tengo grandes exponentes de esta artesanía, como no recordar a un grande que hace pocos años nos dejó, mi primo Rodolfo Castro. Reconocido artesano que llevó a Chimbarongo a distintos escenarios nacionales e internacionales con sus obras realizadas por sus manos. Descansa en paz... amigo. 

Pero Chimbarongo, también es conocido por su clima. Su nombre proveniente del mapudungun que significa “ lugar de nieblas”. Durante el año, especialmente en invierno, se caracteriza por estar siempre con esa niebla espesa y húmeda, producto de dos ríos que se encuentran muy cerca y en esto últimos años la presencia del embalse Convento Viejo, hermoso lugar ubicado al sur de la comuna y cuyo sector ahora bajo las aguas,  fue la cuna de mi familia. 

En lo que respecta al origen de la villa de Chimbarongo, todos los historiadores coinciden que nace al alero del antiguo convento Mercedario  San Juan Bautista de Chimbarongo, fundado en 1612 en lo que hoy se conoce como el Embalse Convento Viejo. Este convento tiene mucha importancia en la evangelización del sur de Chile, porque en sus corredores se formaban los futuros misioneros que evangelizaron el sur del país. 

Siglos después de su fundación, la residencia de los frailes Mercedarios se traslado a la zona más urbana. En los primeros años en la calle Miraflores y en una segunda etapa al centro de la comuna, aun costado de la plaza de la ciudad. En la actualidad la comunidad mercedaria ya no está en la ciudad, pero aún permanece algunos edificios que son testigos de su presencia en la ciudad. 

Por estos días me encuentro en la casa de mis padres, he vuelto a sentir el olor y la humedad de esa tierra que me vio crecer.