¿Cómo nace la idea y los
preparativos previos para la coronación?
Uno de los principales actos celebrativos del Séptimo
Centenario (1918) que la provincia
mercedaria de Chile organizo, fue La Coronación de la Imagen de nuestra Madre
de la Merced que está en nuestro templo principal. La Basílica de la Merced de
Santiago.
Comprendamos en primer lugar que significa que se
corone una imagen de la Virgen María.
¿Qué es una coronación canónica?[1]
La coronación
canónica es un rito litúrgico instituido por la Iglesia Católica para reconocer
la devoción por una Imagen o advocación de la Santísima Virgen, consistente en
imponer una corona en las sienes del icono mariano, resaltando así la realeza
de María como Madre de Dios.
Según la
autoridad eclesiástica que la concede, la Coronación Canónica tiene el carácter
de Litúrgica (aquella que es llevada a cabo por un eclesiástico y que puede ser
posteriormente elevada al rango de Canónica Diocesana), Diocesana (otorgada por
el Ordinario del lugar) o Pontificia, concedida por el Santo Padre.
¿Qué requisitos debe reunir una
Imagen para ser coronada canónicamente?
Son requisitos
para su concesión la probada antigüedad y valor artístico de la Imagen, la
devoción acendrada hacia la misma, la extensión de su culto y las pruebas de
los favores concedidos por ella.
¿Cómo surge la idea?, ¿Cuáles
fueron los pasos que se dieron?, ¿Cómo lo vivió la provincia?. Son preguntas
que pueden iluminar nuestra preparación previa para el próximo 2018. Se cumplen cien años de este hecho lleno
de significado en nuestra provincia.
Respecto a las fuentes. Existe mucho material
esparcido por distintos lugares: Libros
de Crónicas de nuestros conventos, Actas de consejos provinciales de esa época
1918, correspondencia y decretos emanados de la curia provincial, material
fotográfico que aún se conserva en nuestro archivo provincial, etc.
En este pequeño articulo tiene como fuente principal
la publicación denominada Revista Mercedaria Chilena, (publicada justamente ese año 1918. Con motivo
de las celebraciones jubilares de los setecientos años)
En esta primera parte, mostrare los preparativos previos. En una
segunda parte estará centrada en la Gran Romería y el desarrollo de la
celebración que se organizó para este ceremonia.
De la revista Mercedaria Chilena
Provincia mercedaria de Chile ( 1918)
pp. 234 – 239
pp. 234 – 239
Uno de los actos centrales de la celebración del 7º
Centenario en nuestra provincia fue la coronación de La Imagen de la Sma. Virgen de la Merced, traída a Chile por el R. P.
Antonio Correa, el año 1548 y venerada desde entonces en el camarín del altar
mayor de su Iglesia en Santiago. Este articulo esta tomado desde la Revista
Mercedaria. Publicación de nuestra provincia que fue sacado con motivos de
las fiestas del 7º Centenario 1918.
Conozcamos
este artículo, los invito a que miremos hacia atrás y vibremos con esa
comunidad que se celebraba a su Madre, la Virgen de la Merced.
“Sin duda alguna, el numero sobresaliente en las
celebraciones de VII Centenario y que dejará más gratos recuerdos en corazón de
todos los chilenos, ha sido el de la Coronación Canónica de la sagrada imagen
de la Virgen Santísima , traída al país por el P. Correa y venerada en su
templo en Santiago desde hace más de tres siglos, con particular afecto y
devoción de parte de todos los fieles de la capital.
Esta fiesta ha constituido en
Santiago un verdadero acontecimiento religioso social, nunca visto en Chile, y
de recuerdos imborrables, por la suntuosidad de la ceremonia en sí, por la
categoría de las personas que en ella actuaron, por la universalidad del
entusiasmo que logro despertar de norte a sur en el país y por la piedad y amor
a María, que todo ellos significo, en unos tiempos de tanta indiferencia
religiosas, como son los que atravesamos.
La idea de la coronación
surgió entre los religioso de la Comunidad a mediados de 1917, los cuales
convencidos de que existían sobrados motivos para efectuar la ceremonia, desde
el momento que la sagrada imagen había recibido un culto particular y esmerado
de los fieles, desde su llegada al país, culto a que ella había correspondido
con innumerables favores en obsequios de sus devotos, comprendieron que no se podía
aprovechar mejor ocasión que las próximas fiestas jubilares del centenario de
la fundación de la Orden , para llevar a efecto tan solemne ceremonia, y sin
pérdida de tiempo acudieron primeros a las autoridades eclesiásticas y después
a caracterizadas familias de la nobleza de Santiago, todos los cuales
aplaudieron con entusiasmo la feliz idea y aconsejaron a los Padre que se
dieran los pasos necesarios para llevarla a su realización .
Entre los primeros a quienes
se consultó al Rmo. Señor Arzobispo de Santiago Monseñor Don Juan Ignacio González
Yzaguirre, quien no sólo aplaudió la
idea sino que prometió suscribir el primero la petición a Roma, cuando ésta se
elevara al Capítulo de San Pedro, que es el que puede conceder esta facultad.
Igual acogida encontró en todos los obispos de las diócesis de Chile y
titulares; lo mismo en el Cabildo Eclesiástico de Santiago, en el Colegio de
Párrocos y en todos los provinciales de la Ordenes Regulares establecidas en la
capital.
Con estas firmas se elevaron
las preces a Roma, al Capítulo de San Pedro, en el mes de Noviembre de 1917, y
el 20 de febrero de 1918 fue expedido el Decreto por el cual se autoriza al
Metropolitano de Santiago para Coronar solemnemente con corona de oro las
sienes de la bendita imagen de la Santísima Virgen de la Merced, “ con motivo
de celebrarse el VII Centenario de la fundación de la Orden Mercedaria que
tanto bien ha merecido de la Religión y de toda la Republica Cristiana”.
Entregamos a continuación este precioso documento:
Bula de la
coronación Canónica de la Virgen de la Merced que se venera en el Altar Mayor
de la Iglesia de su nombre en Santiago
“ Rafael
de Merry del Val, Cardenal presbítero de la santa Iglesia Romana, del título de
Santa praxedes; Arcipreste de la Santa Patriarcal Basílica del Príncipe de los
apóstoles en Roma; prefecto de Sagrada Congregación de la Reverencia Fabrica y
también del Capítulo de los Canónigos, al Rmo , y Excmo señor J. Ignacio González,
Arzobispo de Santiago de Chile, salud perpetua en el Señor:
Por
cuanto Tú en unión con el Rmo. P. Provincial y religioso mercedarios de esa
provincia, con otros siete Rmos. Y Excmos. Señores Obispos, con distinguidas
personas de la sociedad y del pueblo habéis solicitado de Nuestro Capítulo, al
cual le corresponde el derecho y el privilegio de coronar las sagradas Imágenes
de Santísima Virgen María, célebres por su antigüedad y sus milagros, que la
preclara Imagen de santísima Virgen María Señora Nuestra, bajo el título de la
Merced, que desde el siglo XVI se venera con solemne y especial culto en su
Santuario de los religiosos Mercedarios de esa tan ilustre ciudad de Santiago
de Chile, sea coronada con la corona de oro con que nuestro Capítulo acostumbra
coronar las prodigiosas imágenes de la Madre de Dios; y esto los habéis hecho
movido por el amor que profesáis a la Santísima Virgen y muy principalmente
porque a esa augusta Imagen desde muy antiguo hasta hoy se le ha venido
tributando un culto muy especial; siendo, sobre todo, bendecida por la fama de
sus prodigios y de las tantas gracias que esta piadosa Madre ha derramado
continuamente sobre sus hijos; y nosotros que, siempre que se trata de honrar a
la Santísima Virgen ponemos todo empeño para que en todas partes se le profese una
singular devoción, movidos por estas preces, nos reunimos en la sala capitular
el 17 de Febrero del presente año y por medio de la solicitud que se nos envió,
nos convencimos plenamente que en la predicha Sagrada Imagen se encuentran
todos los requisitos exigidos para la coronación solemne. Por lo tanto,
habiendo primero oído el parecer muy favorable a este respecto, del Rmo Señor
José Bisogno, Marqués de Casal y Decano de nuestro Capitulo, para mayor gloria
de la Santísima Trinidad, para mayor honor y grandes de la Bienaventurada madre
de Dios, con voz unánime MANDAMOS Y DECRETAMOS que esta Santa Imagen de la
Santísima Virgen , Bajo el título de la Merced, sea coronada con corona de Oro
y con toda solemnidad, con motivo de celebrarse el VII Centenario de la
fundación de la Orden de la Merced que tanto bien ha merecido de la Religión y
de toda la república cristiana. Por las presentes Te comisionamos, Rmo y Excmo.
Señor para efectúes la coronación , y el día que creyeres convenientes,
coloques en la sacratísima cabeza de dicha Santa Imagen de corona de Oro. Y si
no pudieres hacerlos por algún impedimento, Te concedemos al mismo tiempo la
facultad de poder subdelegar a otro con la condición de que sea persona
constituida en eclesiástica dignidad.
Dadas en
Roma el día 20 de Febrero del año del Señor 1918 y del pontificado de nuestro
Santo Padre Benedicto Papa XV año cuarto. – Julio Malvezzi, Canónigo de Santa
Cándida.- José Cascioli, Ab Actis Canciller y Benef. Del Vatic.- “
Tan pronto
como se recibió en Santiago el documento anterior, R. P. Provincial y el P.
Rector tomaron las medidas del caso para iniciar los preparativos de la
coronación; y para que ésta resultara lo más solemne posible, el R. P.
Provincial creyó conveniente nombrar al R. P. Tapia como Presidente de la
Comisión encargada de estos preparativos; por medio del siguiente nombramiento:
Dadas en nuestro Convento
Máximo de San José de Santiago de Chile, a 4 días del mes de Mayo de 1918, y de
la descensión de nuestra Santísima Madre a fundar su Orden. – Fr. Manuel J.
Flores, Prov- Así lo acordó y firma el
M. R. P. Provincial de que certifico.- Fr. Pedro Armengol Vistoso Sec.”
Una vez extendido este
nombramiento el R. P. Tapia, en compañía del P. Romero, Rector de Santiago y
del P. Infante, Sacristán Mayor, se pusieron en movimiento con el fin de
allegar joyas y dinero para mandar hacer cuanto antes la corona, para lo cual
dispusieron fundar un comité compuesto de las señoras más respetables de
Santiago, las cuales debían constituirse en Directorio y nombrar comisiones
colectoras entre sus relaciones sociales.
Presidenta de este directorio
fue elegida la Sra. Doña María Luisa
Mac- Clure de Edwards.
Una vez reunido el oro
suficiente, se buscó al mejor joyero de Santiago que debía confeccionarla. La
distinguida dama Sra. María Luisa Mac-Clure de Edwards, presidenta del Comité,
recomendó a su propio joyero, y éste después de mes y medio de trabajo asiduo,
presento a la Comunidad una hermosa Corona estilo siglo XV, cual convenía a la
antigüedad de la sagrada imagen. La corona llamó profundamente la atención de
los entendidos en joyas, y los elogios que se la prodigaron, debieron dejar
satisfechos el amor propio del artista que la fabrico. Toda ella es de oro puro
de 18 K y está cuajada de brillantes, amatista y rubíes, perlas y otras piedras
preciosas artísticamente distribuidas. Su valor total fluctúa entre los cincuenta
o sesenta mil pesos, según cálculos prudenciales de joyeros entendidos.
Tal es la hermosa corona preparada para ornar las sienes
de la venerada imagen, que desde hace más de tres siglos protege a la ciudad de
Santiago y escucha las plegarias de sus devotos, que lo son todos los chilenos.
Falta señalar el día de la ceremonia de la coronación, y
se resolvió que ella se llevara a efecto el Domingo 22 de Septiembre, vísperas del día en que la Iglesia celebra su fiesta en todo el orbe.
Un pensamiento nuevo y luminoso vino por ese entonces
tomando cuerpo en el ánimo de los religiosos de todos los conventos de la
provincia, hasta llegar a oídos del R. P. Provincial, quien desde el primer
momento lo acogió con entusiasmo y lo recomendó con todas sus veras. Se trataba
de una Gran Romería, venida de todas las ciudades del país en donde existe
convento mercedario, Romería que se
debía verificar el mimo día que tuviera lugar el acto de la coronación. “
Se puede apreciar algunos
elementos que quiero destacar:
a)
Hay
un profundo sentir de la comunidad para vivir de la manera más dignas estas
celebraciones jubilares.
b)
Hay
una comunicación permanente con la Iglesia Local. Quien solicita la coronación
a la Santa Sede es el Arzobispo de Santiago.
c)
La
participación de toma la comunidad. Llama la atención que la corona es posible
por la ayuda de muchas personas. En este artículo por razón de extensión no
coloco sus nombres, pero que la publicación de la cual sacamos este articulo (La Revista Mercedaria Chilena) los menciona para eterna memoria.
d)
Una
vez conocida la aprobación de la solicitud, se organizaron rápidamente tenían solo seis
meses para preparar todo.
e)
Al
celebrar el Séptimo Centenario hay un clara conciencia que es María
nuestra Madre a la que hay que celebrar. Ella es la real fundadora de nuestra
comunidad, San Pedro Nolasco fue obediente a la solicitud de María nuestra
Madre.
La segunda parte como lo indican nuestra
crónicas se denominó “La Gran Romería”. Miles de personas
se desplazaron desde todos los rincones de Chile donde hay presencia mercedaria
a homenajear a María de la Merced.
Fray Mario Salas Becerra
Mercedario