sábado, 14 de septiembre de 2019

Reflexión domingo 24º del tiempo Ordinario
15 de septiembre 2019

Este Domingo nº 24 del tiempo ordinario nos trae las parábolas de la misericordia del capitulo 15 de Lucas. 

Hablar de misericordia actualmente no esta de moda. Mas bien uno escucha afirmaciones que nos hablan de todo lo contrario, producto de una realidad que cada día nos hace sentir inseguros y temerosos de las personas que nos rodean. Basta hacer un pequeño ejercicio de ver los noticieros para percatarnos que vivimos en una realidad que nos “amenaza” y que necesitamos estar “seguros”, porque alguien nos va hacer daño. La delincuencia, la corrupción, los abusos. Etc. 

Sin embargo, el Evangelio de este Domingo nos habla de otra actitud, que el propio Jesús encarna con en su vivencia cotidiana. “todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús”… este hombre es peligroso por que “recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús es capaz de mirar más allá de lo que los hombres ven… es capaz de ir a buscar la “oveja perdida”… Para nosotros probablemente estaría en la “perdidas” posibles del negocio. 

Jesús es capaz de ir a buscar al que estaba perdido. Jesús es capaz de venir a buscarnos a nosotros. 

Es la misma lógica que encontramos en las otras dos parábolas, en la de la mujer que busca la moneda que estaba perdida y en la más hermosas de la parábola del Evangelio: Como es la del Hijo Prodigo o la del Padre Misericordioso. Donde el  anciano padre no duda ni un momento en cruzar la frontera del orgullo y va a buscar al hijo que ha vuelto… 

La misericordia. Debiera ser una de la característica de nuestra vida cristiana… es la mejor forma de transparentar al Dios en el cual creemos. Porque es un Dios de misericordia… que no duda para venir a nuestro encuentro. 

Pidamos al Señor que nos de la gracia de poder vivir siempre desde estos criterios y así poder transparentar con nuestras acciones el Amor que Dios tiene por cada ser humano. 

P. Mario 



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