Dentro de pocos días seremos testigos de la beatificación de 19 religiosos mercedarios de la provincia Mercedaria de Aragón, España. Muy pocos saben de la vinculación que existe con la provincia mercedaria de Chile. Muchos de ellos fueron formados por religiosos enviados desde este rincón del mundo.
Nos
tomaremos de las fuentes entregadas en la Síntesis
Histórica de la Orden de la Merced, específicamente al capitulo que trata
de la Restauración de la Orden en
Europa. ( P. 259 ss)
En
esta empresa encontramos a un primer mercedario chileno. Nos referimos a Mons. Pedro Armengol Valenzuela, General
de la Orden entre los años (1880- 1911). La síntesis histórica nos relata: “El
30 de enero de 1880, el P. Pedro Armengol Valenzuela es elegido Maestro General
de la Orden. Al momento de su elección tenía 37 años y se desempeñaba como comendador
de Valparaíso (Chile): En el mismo puerto se embarca para Europa el 26 de mayo,
en compañía del P. Clodomiro Henríquez,
llegando a Roma el 28 de julio de 1880…”
Un capitulo aparte
merece la figura de Mons. Pedro Armengol
Valenzuela, pero en lo que nos compete a lo que estamos celebrando destaco
algunos elementos que tienen que ver con la celebración de la beatificación de
estos 19 mercedarios.
Continúa la Síntesis
histórica: “…Convencido de que la tarea fundamental de su mandato era la
restauración de la Orden, dedicó a ello todas sus energías, inteligencia,
experiencia y amor. Como primera medida abrió noviciados y casas de estudios
para formandos. Con estratégica visión creó el noviciado en Roma, en el
convento de San Adrián; luego del Olivar, en Aragón…” Este último convento tendrá una importancia
relevante en la formación de algunos de los mártires, muchos de ellos
realizaron su noviciado en ese convento.
Cabe señalar en este punto, que en la
formación de todo religioso, el noviciado es un año muy importante, consolida
de alguna forma su experiencia religiosa y lo posibilita a emitir sus votos
religiosos, al respecto nos lo recuerdan nuestras constituciones: “El noviciado
tiene como finalidad facilitar al novicio, en la teoría y en la práctica, el
conocimiento de las exigencias de la vida religiosa mercedaria, a fin de que,
ejercitándose en los consejos evangélicos y realizando la íntima unión con
Cristo en las actividades propias de nuestra Orden, se prepare para la
profesión”, COM 143.
Continúo con la
síntesis histórica: “…Para formadores
buscó a los mejores religiosos del momento: Hizo venir a Europa y especialmente
a España a los padres Clodomiro Henríquez,
Pedro José Ferrada, José Liñán de Ariza y Agustín Pérez, chilenos…” .Estos
cuatro beneméritos religiosos de nuestra provincia de Chile contribuyeron con su
testimonio de vida religiosa en la vida de algunos de los mártires que serán proclamados beatos por nuestra
Iglesia Católica, el próximo 13 de Octubre en Terragona, España.
Por estos días en que
como familia religiosa nos alegramos por este acontecimiento y damos gracias a
Dios por la vida de estos hermanos. Como mercedarios chilenos, no hemos de
olvidar el valioso y silencioso
testimonio de estos religiosos que
supieron entregar lo mejor de sí en la compleja tarea que fue la restauración de la Orden de la Merced en
Europa, específicamente en la Provincia Mercedaria de Aragón, España.
Vaya
éste pequeño y humilde homenaje a estos religiosos chilenos que colaboraron en
la inestimable empresa que encabezara P.
General Fray Pedro Armengol Valenzuela. (1880-1911)
Revisemos un poco sus
vidas, lo hare desde la recopilación biográfica que realizo el P. Héctor
Guerrero Peña O. de M. Titulada: Recopilación
de algunas biografías de religioso mercedarios chilenos difuntos 1858- 1994,
año 1994 ; provincia mercedaria de Chile.
Fray Pedro Armengol
Valenzuela Poblete ( 1843-1922)
“Hijo
de Ignacio y de María de las Nieves, Pedro Armengol nació en Coipue, Gualleco-
Provincia de Talca- El 05 de julio de 1843. En el bautismo se llamó Leandro.
Su
ingreso a la Orden mercedaria se realizó en Santiago el año 1861, a la edad de
dieciocho años. Hizo su noviciado en el
convento de San Miguel ( Hoy día “ la Gratitud Nacional” de los PP. Salesianos
). Fue su maestro el P. Benjamín
Rencoret.
Finalizado
su año de noviciado, emitió la profesión de votos simples el día de San Serapio
: 14 de Noviembre de 1862. La profesión de votos solemnes la hizo el 10 de
febrero de 1866.
Una
vez realizados los estudios eclesiásticos, en el convento de Santiago, fue
ordenado sacerdote el 22 de marzo de 1868 de manos de Mons. Rafael Valentín Valdivieso
Zañartu, Arzobispo de Santiago.
El
año 1869 obtuvo los grados de lector de Filosofía, Teología y Oratoria según
los estatutos aprobados en 1868 por S.S. Pío IX.
Viaja
a Roma el 13 de diciembre de 1869 a fin de perfeccionar sus estudios de teología,
arqueología y lenguas clásicas y modernas. Estudió en la Universidad Gregoriana
de Roma.
Allá
en el convento de San Adrián, convive con San Antonio María Claret. A su
regreso a Santiago, se desempeñó como profesor de la casa de estudios en
Santiago y secretario provincial. En
1871 pasa al Ecuador en misión de la Orden. También enseñó ahí filosofía y
teología . Este viaje a Ecuador lo hizo en su calidad de Secretario del
Visitador Apostólico en Ecuador P. Benjamin Rencoret.
Fue
Vicario Provincial en Ecuador, de 1876 a 1877; de allí fue expulsado por el dictador
General D. Ignacio Veintimilla.
Regresó
a Chile en 1877. Presentado en Teología, el 30 de junio de 1878. Es nombrado
superior de Valparaíso, de 1877 a 1880.
El
día 04 de septiembre del año 1879 es designado Maestro en Teología por el
Vicario General de la Orden Revmo . P. Magín Beltrán.
El
30 de enero de 1880 es elegido Maestro General de la Orden de la Merced;
ejerció este cargo durante 31 años; restauró el instituto en Europa; le dio una
nueva legislación y escribió varias obras de gran valor teológico, ascético y
jurídico. Tomó posesión de su cargo el 31 de julio de ese año (1880). Fue el
primer General que tuvo su residencia en Roma. Gobernó la Orden hasta el 24 de
Agosto de 1911, por facultad especial de la S. Sede, aún después de ser obispo.
Debido a eso demoró el viaje a su Diócesis (Ancud, Chile).
León
XIII lo nombró Consultor de Propaganda Fide, el 21 de septiembre de 1901,
miembro de la comisión preparatoria del concilio plenario para América
Latina.
San
Pio X lo designó Miembro de la Congregación especial para la revisión de los
sínodos provinciales en 1904 y Consultor para la codificación del nuevo Código
de Derecho Canónico, el 9 de enero de 1904…
El
mismo pontífice, San Pio X, lo eligió Obispo de San Carlos de Ancud- Chile, el
30 de junio de 1910…años después Benedicto XV lo promovió a la sede Arzobispal
titular de Gangra el 16 de diciembre de 1916.
Su
muerte ocurrió en Santiago el 10 de julio 1922. Tenía 79 años de edad. Dejó
terminada la primera parte de su “ensayo
de Filología Americana comparada para contribuir a la tesis de la monogénesis
del lenguaje y de la especie humana”.
Fue sepultado en la Basílica de la Merced, de la ciudad de Santiago de Chile.
Fray Clodomiro Henríquez
Carreño (
1855 – 1909)
“Hijo
de Pedro Regalado Henríquez y de Paula nació en Peumo, diócesis de Rancagua,
población fundada por los mercedarios hace ya más de 400 años.
A
los quince años de edad sintió la vocación para la vida religiosa. Hecho su
noviciado, emitió la profesión de votos simples en el convento Máximo ante el
Comendador Fr. Basilio Sanhueza el 08 de
octubre de 1871. Testigos: Fr. Fidel Pinto.
La
profesión solemne la hizo el 23 de mayo de 1875. El P. Clodomiro fue activo
colaborador del P. Maestro General Fr. Pedro A. Valenzuela Poblete en la
Restauración de la Orden en Europa.
Desempeñó
el cargo de secretario General; Maestro de Novicios (en Roma); Superior y Maestro
de Novicios en el Olivar (XI de 1884) y en Lérida (1888), en España.
Después
de diez años, regresó a Chile en 1890. Fue provincial de la Merced en Chile,
1890-1904. Asistió en Roma a la asamblea que convocó el P. Maestro General para
el estudio del proyecto de las constituciones de la Orden recién redactadas.
En
1884 es designado por el Maestro General comendador del convento del Olivar
(España), sucediendo en este cargo al P. Antonio Lafuente fallecido el 23 de
noviembre de 1884. En 1888 fue nombrado comendador del convento de Lérida (
España): su labor fue abnegada y fructífera en ambos conventos. En 1890 recibe
la orden del P. Maestro General de trasladarse a Chile; así lo hace y recibe el
nombramiento de Provincial de Chile.
En 1904 fundó la revista”
Los hijos de María” que confió a la solicitud y competencia del P. Joaquín
Valencia. En 1906 público el volumen “Pequeñas Conferencias” que contiene
veinte conferencias sobre la B. V. María. Acá en Chile restauró el viejo templo
de la Merced de Santiago, edificó el noviciado de Chimbarongo, cultivó las
vocaciones religiosas, reformó los estudios.
El P. Henríquez fallece
el 09 de octubre 1909. Fue un sacerdote a carta cabal, muy laborioso, culto y
de una envidiable mansedumbre: Estas hermosas cualidades le granjearon muchos
amigos tanto en su patria como en Europa. Fue querido y estimado por todos así
en vida como después de muerto.
Fray Pedro José Ferrada Pastene (? – 1911)
Hijo de Tomás y de
Dolores, nació en Paredones – Provincia de Curicó- ya desde niño dio
inequívocas muestra de su vocación religiosa.
Ingresó
a la Orden el año 1871, emitió la profesión de votos simples el 10 de noviembre
de 1872 de manos del P. Basilio Sanhueza, superior de la casa de observancia de
Santiago. Testigos fueron los PP. Eliseo López y H. Díaz. La profesión solemne la
hizo el 31 de enero de 1876 en manos de P. Ignacio Beltrán, superior del
convento máximo de Santiago.
Antes
de ordenarse de sacerdote, ya era un buen profesor de filosofía. Tuvo el cargo
de Maestro de Estudios. Enseguida de recibir el orden del Presbiterado fue
elegido para el cargo de comendador de Santiago.
El
Revmo. P. Maestro General de la Orden – Fr. Pedro Armengol Valenzuela Poblete-
lo llamó a Roma para perfeccionar sus estudios: fue a la Universidad Gregoriana
en donde, entre otros, le hizo clases el cardenal Mazella. En Roma fue también
consultor del P. Maestro General que comenzaba su generalato.
En
el año 1887 fue enviado a España como uno de los antiguos restauradores de la
antigua provincia de Aragón. Estuvo como comendador y Maestro de Novicios en el
OLIVAR; recibió a los que más tarde fueron
los PP. Manuel Sancho, P. Francisco
Gargallo Gascón, Mariano Pina, fray Pedro Armengol Esteban Hernández (5 de los 19 mártires que serán beatificados
el 13 de Octubre 2013) y por último
los hermanos Faustino y Policarpo Gasulla y otros más. El P.
Ferrada hizo en ellos una abnegada y excelente labor de formación religiosa.
Después de cinco años y medio regresó a Chile. Acá fue profesor de ciencias
eclesiásticas. También fue Maestro de profesos; consejero y profesor…
Entre
las muchas cualidades y virtudes que cultivó el P. Ferrada cabe hacer resaltar
: Facilidad de palabra, una gran dialéctica, vivo ingenio, austeridad y dominio
de sí, observancia regular, mortificación, santidad y sabiduría; amor a la
verdad, prudencia y humildad a toda prueba; era jovial, alegre, natural;
enseñaba a hacer el bien: bondadoso, caritativo, compasivo, caballeroso, sabio.
Sabía cinco idiomas: castellano, latín, francés, italiano, inglés.
El
P. Ferrada dejó una huella indeleble en sus discípulos que apreciaron
cabalmente sus virtudes y a los que enseñó, más que con sus palabras, con el
ejemplo de su vida.
Estaba
sirviendo en la viceprovincia mercedaria de Santísima Concepción cuando
falleció en Curicó el día 24 de Septiembre de 1911, fiesta de la B.V.M de la
Merced, después de recibir los santos Sacramentos y acompañado por sus hermanos
de hábito.
Fray Pedro José Liñán
de Ariza Piñero ( ? – 1942 )
Hijo
de Juan José y de María del Carmen, nace en Valparaíso. Finalizado su año de
noviciado, emite la profesión de votos simples el 16 de Octubre de 1880 ante el P. Comisario General
y Provincial Fr. Lorenzo Morales.
Hizo
la profesión solemne el 08 de Diciembre de 1833 ante el P. Provincial Fr.
Basilio Sanhueza, fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1886. Recién
ordenado sacerdote, el General de la Orden Fray Pedro Armengol Valenzuela, que
conocía las dotes intelectuales del Neo- Sacerdote, sus virtudes religiosas y
el Amor a la Orden que le inculcaron los Maestros formados en la reforma, lo
eligió para que trabajara en la restauración de la Orden en la provincia de
Aragón.
El
P. Liñán fue prefecto de coristas en Roma. Además, fue profesor en los
conventos del Olivar y en Lérida (España)
Vuelto
a Chile el 26 de julio de 1893, desarrolló su actividad sacerdotal y pedagógica
en los conventos de Santiago, Valparaíso, Curicó y Rancagua.
En
el capítulo provincial de 1920 dio cuenta de su actuación como Historiador de
la Provincia y se tributó un voto de aplauso a la labor desarrollada.
También
fue maestro de novicios durante dos períodos. Comisario de la viceprovincia de
Bolivia. Profesor de Latín, filosofía, cosmografía. Maestro de Sagrada
Teología. Escribió variadas obras.
Hizo
clases en Santiago de Chile. Fue superior en los conventos de Valparaíso,
Curicó y San Felipe. También se desempeñó como capellán de la cárcel y profesor
de religión en el liceo de Curicó: Cuando era Superior de este convento terminó
los trabajos del templo mercedario de tres naves que hay en esa ciudad.
Este
meritorio religioso falleció en el convento mercedario de Curicó el 3 de abril
de 1942. Que Dios premie sus muchos trabajos y desvelos.
De
Fray Agustín Pérez, al momento de la
redacción de este pequeño artículo no se encontraron mayores antecedentes.
Concluyo
este pequeño homenaje con las palabras de Fr.
Florencio Roselló, Superior Provincial de la Provincia Mercedaria de Aragón, en la última edición de la revista: Proyecto
Libertad, Año XIV. Nº 49 . Junio 2013.
“La
Merced, quiere ser testigo de la beatificación de nuestros 19 Mártires
mercedarios. Queremos estar con ellos cuando sean declarados beatos, y desde
ese momento poder ofrecerles culto público… vivir con gozo y alegría este
regalo de Dios, de que unos hermanos nuestros estén, a partir del 13 de octubre,
en los altares.
Fray Mario Salas Becerra O. de M.
Oración de los Beatos
Mártires Mercedarios.
Señor Padre Santo, tú
que concediste al Beato Mariano Alcalá y a sus compañeros fidelidad total a su
vocación mercedaria siguiendo a Cristo Redentor hasta el martirio, y los
hiciste testigos de la caridad perfecta en el perdón de sus perseguidores,
concédenos, por su intercesión, la firmeza perseverante en la fe, y una caridad
sincera para amar en Cristo a todos los hermanos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Bibliografía:
- Síntesis Histórica de la Orden de la Merced, Roma 1997
- Recopilación de algunas biografías de
religiosos mercedarios chilenos Difuntos 1858-1994, Fr. Hector Guerrero Peña, O. de M. , Santiago de Chile 1994
- Constituciones de la Orden de la Merced, Roma 1986
- Revista : Proyecto Libertad- Año XIV- nº 49 – Junio 2013
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